La verdad me pareció muy interesante porque se pusieron de manifiesto muchas de las dudas con las que te encuentras una vez lees la normativa, que después tienes que irte a la Administración correspondiente para que allí te digan cual es el funcionamiento para ponerla en práctica.
Desde mi punto de vista me parece un paso a delante que se integren los regímenes especiales dentro del régimen general, principalmente porque de esta forma se conseguirá una igualdad en cuanto a derechos y obligaciones de toda la clase trabajadora.
Realmente los inconvenientes que se habían encontrado en otros momentos, como por ejemplo este régimen especial, donde la propia trabajadora* se tenía que pagar sus propios seguros sociales, con independencia del número de horas o la ganancia mensual que tuviera. Por el simple inconveniente de que el cabeza de familia no tenía una actividad empresarial.
Pero este tema se ha salvado considerando efectivamente a ese cabeza de familia como "empleador", es decir, que está contratando a una persona y por lo tanto se tiene que hacer cargo de sus seguros sociales.
Esto abre un debate de lo más interesante, puesto que quién va a controlar que efectivamente esta contratación se lleva a cabo, porque al tratarse de una actividad que se desarrolla dentro del hogar familiar será muy difícil de seguir el rastro. De nuevo le tocará a la clase trabajadora el intentar reivindicarse y tratar de regularizar su situación con el único objeto de que le sean reconocidos unos derechos que le corresponden por derecho.
Por supuesto que se trata de una ley que todavía tiene que desarrollarse en muchos aspectos, como suele ocurrir habitualmente que la práctica da una serie de supuestos no previstos en la ley y que habrá que solventar. Pero aún así considero que es un derecho de estas trabajadoras y que es una forma de crear un empleo que se encuentra escondido a través de una economía sumergida y que sacándolo a la luz todas las consecuencias que se van a producir serán positivas.
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