Ayer mi insistieron mucho en ver la entrevista de Emilio Duro, que su forma de ver la vida es diferente, y la verdad es que al final vi la entrevista y me pareció bastante interesante.
Lo cierto es que ya no es solo este individuo, sino que hace ya años vengo observando que cada vez hay una forma diferente de hacer las cosas, primero me empezó a picar la curiosidad sobre todo en la relacionado con el mundo empresarial, pero cada vez que profundizaba un poco más me daba cuenta que los cambios son intrínsecos, que no se puede hacer grandes cambios sin primero interiorizarlos.
Bueno a lo que iba, ayer me llamó mucho la atención una anécdota que contó este hombre que comentaba que una vez un empresario descartaba a una persona para un puesto de dirección porque era demasiado "buena persona", sí llama la atención verdad, pero lo cierto es que estamos acostumbrados a eso a que los puestos de poder los ejerzan personas que parecen no tener sentimientos, que sólo quieren producción a toda costa, que reducen costes sin reparar en qué, que despiden en función de números,...
Yo opino que un buen empresario, debe ser una combinación de muchas cosas, pero que no se debe de olvidar que es una persona y que trabaja con personas, y esa falta de despersonalización desde mi punto de vista es la que ha provocado la falta de implicación y el gusto por hacer bien el trabajo, y sin esto, ninguna empresa puede funcionar bien indefinidamente.
Ese es el motivo por es que las grandes empresas están intentando fomentar en sus direcctivos estas nuevas politicas de implicación, de mayor efectividad, etc.
Hace poco ley un artículo en el que decía que las empresas ahora prefieren a trabajadores que tengan una actitud positiva hacia el trabajo, porque la aptitud se aprende más fácilmente.
Lo que comentaba ayer en su entrevista Emilio Duro que decía que una persona amargada lo único que consigue es amargar a todos a su alrededor, una persona alegre trasmite también esa alegría, esa positividad.
Sería interesante que esas nuevas actitudes tan importantes nos calaran de verdad en lugar de hacerlas porque "es un trabajo más".
Lo cierto es que ya no es solo este individuo, sino que hace ya años vengo observando que cada vez hay una forma diferente de hacer las cosas, primero me empezó a picar la curiosidad sobre todo en la relacionado con el mundo empresarial, pero cada vez que profundizaba un poco más me daba cuenta que los cambios son intrínsecos, que no se puede hacer grandes cambios sin primero interiorizarlos.
Bueno a lo que iba, ayer me llamó mucho la atención una anécdota que contó este hombre que comentaba que una vez un empresario descartaba a una persona para un puesto de dirección porque era demasiado "buena persona", sí llama la atención verdad, pero lo cierto es que estamos acostumbrados a eso a que los puestos de poder los ejerzan personas que parecen no tener sentimientos, que sólo quieren producción a toda costa, que reducen costes sin reparar en qué, que despiden en función de números,...
Yo opino que un buen empresario, debe ser una combinación de muchas cosas, pero que no se debe de olvidar que es una persona y que trabaja con personas, y esa falta de despersonalización desde mi punto de vista es la que ha provocado la falta de implicación y el gusto por hacer bien el trabajo, y sin esto, ninguna empresa puede funcionar bien indefinidamente.
Ese es el motivo por es que las grandes empresas están intentando fomentar en sus direcctivos estas nuevas politicas de implicación, de mayor efectividad, etc.
Hace poco ley un artículo en el que decía que las empresas ahora prefieren a trabajadores que tengan una actitud positiva hacia el trabajo, porque la aptitud se aprende más fácilmente.
Lo que comentaba ayer en su entrevista Emilio Duro que decía que una persona amargada lo único que consigue es amargar a todos a su alrededor, una persona alegre trasmite también esa alegría, esa positividad.
Sería interesante que esas nuevas actitudes tan importantes nos calaran de verdad en lugar de hacerlas porque "es un trabajo más".
3 comentarios:
No se si será solo cosa mía o todos vemos reflejada nuestra situación en este post...jefes sin sentimientos, empresas en las q solo importa q produzcas... Muy buen post...
Partiendo de la base que no existe ningun jefe bueno, yo personalmente pienso que tiene mas que ver con ese gen corruptor que tos tenemos.
Vereis, por cada jefe cabron, que seguro hay muchos, tambien hay algun que otro empledo irresponsable, poco profesional y mal compañero. Que ademas, sule ser el pelota del jefe. Lo que ocurre es que como la posicion del jefe es mas importante, canta mucho mas la crueldad y la prepotencia, pero haberla, haila en todos los status sociales.
A fin de cuentas, tanto jefes como empleados, todos albergamos un cabroncete en nuestro interior, y mientras los jefes reprimen a nuestro pequeño cabroncete, dan rienda suleta a su gran cabronazo que por cierto nadie sen encarga de acotar.
Conclusion, abajo las malas personas sean quienes sean, menos mala leche y mas amor, si es posible con sexo.
Marcos me ha gustado mucho tu comentario, sobre todo por ofrecer un enfoque diferente, que siempre es enriquecedor.
Estoy de acuerdo contigo en que no siempre se trata de un "jefe cabrón" como dices,sino los propios empleados y compañeros quienes se encargan de tirar por tierra el trabajo, pero sigo opinando que se trata de una manera de enfocar mal el trabajo en equipo, porque siempre que se actúa así es por un afán de liderazgo,de imitación de los puestos de poder.
Si la persona que ejerce el poder lo hace de una manera democrática y fomenta el trabajo en equipo, nunca permitirá una actitud de ese tipo con su gente, no crees?
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